¿EL ANIME NOS VUELVE ANTISOCIALES?

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Persoonas comprando en un establecimiento
en Akihabara.

El aspecto, ese aspecto que ya es un estereotipo: lentes, pantalones de mezclilla, una camisa con la imagen de su personaje favorito (o a cuadros) y mochila grande. Puede ser gordo o delgado casi nuna hay medias tintas; es palido por que se la pasa encerrado en casa, cuando va a la escuela no se involucra en otra actividad extra y pasa directon a estar frente de su computadora (esto se me hace familiar :). Sus padres son extraños, que hay que contactarte para darle el dinero que necesitara; no tiene pareja (no manches ahora si mecayo el veinte), y tal vez no conozca cual es el rio mas grande de Europa (es el Volga, para no dejar dudas), pero en cambio te puede decir con lujo de detalle lo que puede encontrar en Akihabara (el paraiso del akiba-kei, donde venden todo lo relacionado a anime y juegos, esta en japon), aunque el mismo nunca ha ido a ese lugar. Esa es la imagen que la sociedad nos ha puesto a los fans del anime y manga, una que se ha ido distorsionando y hasta evolucionando con el tiempo, y lo cierto es que de una manera negativa.

El reconocido escritor William Gibson (1948, autor entre otras obras de El Neuromante ) lo ha definido de esta manera: "El otaku, el obsesivo apasionado, mas preocupado por la acumulacion de datos que de objetos, parece la figura natural del intercambio actual entre las culturas britanicas y japonesas". Mas adelante, agrega: "Entender al otaku es una llave para entender la cultura de la web. Hay algo profundamente post nacional en esto, extra geografico"

Despues de tantos años de utilizar la imagen del otaku, es dificil cambiarla de la noche a la mañana. Ahora sabemos, hasta el hartazgo, que es un termino que en japon utilizan para definir a un fanatico de algo, ya sea de los videojuegos, la tecnologia, o como se ha utilizado internacionalmente, al fan del anime y el manga.

La representacion de los otakus en el anime
Lucky Star

En la actualidad es la forma de definir a un hombre (aunque ya hay mas mujeres en esto) antisocial, cuya vida gira alrededor de una serie o un comic, en especial si logra identificarse con uno de los personajes; o en el peor de los casos, a enamorarse de uno de ellos. Las propias animaciones se han dado cuenta que parodiar o presentar la vida de un fanatico tambien es redituable y se burlan o critican de ellos.

Ejemplos los tenemos en Genshiken, sobre un club universitario que aman los animes, los mangas, los videojuegos, asisten a convenciones, hasta que deciden que haran con sus vidas, incluyendo participar en la Comiket. O ahi tenemos a Lucky Star, sobre una adolescente con aspecto de niña que se considera toda una fan y arrastra a sus amigas, como tambien ocurre Penguin Musume y un largo etcetera.

La gente "normal", aquella que declara conocer la diferencia entre la realidad y la ficcion, que va al cine para entretenerse o a cultivarse; o en otras palabras, aquel que dice que "tiene vida", los tacha de anormales, y hasta llega a temerles. Se ha vuelto una especie de confesion, como salir del closet, decir "si, me gusta el anime y el manga", y como resultado tendran que atenerse a las consecuencias de un posible rechazo social y a ser visto como alguien raro.

Ah, y pobre de aquel o aquella que no llene el estereotipo, por que entonces entre su "propia gente" tambien sera visto como un raro que no pertenence al gremio. Noticias como un pobre loco se desquicio en Akihabara y mato a personas a su paso con un cuchillo; padres de familia molestos por que sus niños ven un comic con una chica semidesnuda; imagenes de dibujos de niñas con caras inocentes y de uniforme de marinero, que se pueden bajar al celular con la palabra "anime", no ayudan mucho a cambiar la imagen de "pervertido", "renegados" y "antisociales" que se tiene de este tipo de fanaticos.

¿Pero en verdad asi es? Y de ser asi, ¿quien tiene la culpa? ¿La sociedad, los fanaticos, o tal vez el anime y el manga?

Aunque el auge del anime data de varias decadas atras, sin duda con lallegada de internet el gusto por el anime y el manga ha aumentado considerablemente, hasta convertirse en un negocio, con todo lo que la palabra conlleve. Puede que algunos se ofendan ante esto, ya que en lo general se considera como una especie de entretenimiento y tambien como una forma de conocer a la cultura japonesa contemporanea.

El anime como un recurso readituble no solamente
para Japon si no tambien para quienes lo distribuyen.

Por que seamos justos, gracias a la comercializacion actual de la animacion nipona, han aumentado el numero de personas interesados en la cultura oriental, por su aficcion.

En el mundo han aumentado el numero de convenciones, y por ende de asistentes, al grado que ya no es raro encontrarse en algun lado a alguien que lleve unas orejas de gato. Es mas algunos ya sospechan sus intereses.

Sin embargo tambien se ha convertido en un negocio redituable, tanto como para Japon como para los paises que deciden distribuir anime y manga, que se convierten en millones de dolares, como ocurre en E.U.A. En nuestro pais se siguen transmitiendo animaciones por television (que claro no con tanta fuerza como la generacion de "Los caballeros del Zodiaco"), bien debemos confesar que gracias al internet, incluso este aspecto ha cambiado. Hablando por aquella generacion, en esa epoca en la que no teniamos ni idea que esas caricaturas de ojos grandotes se llamban anime y que existian cosas como mangas u OVAS. En la actualidad un adolescente con una computadora puede ver una serie el mismo dia y hora que se transmite en Japon.

Decir que un otaku es un antisocial no es porque si, tal vez uno de cinco adolescentes conoce a uno y asegura que se la pasa frente a la computadora, que solo habla de tal o cual serie japonesa, y que pide que le llamen por tal o cual nombre en chino (aunque que en realidad sea nipon).

Si le toca tratar uno que de plano ya esta mas aislado de la realidad (por que si existen), la experiencia sera tal que cada vez que escuche sobre un otaku o un freak, sentira verdadera aberracion y se lo comentara a sus amigos, y estos a sus amigos, hasta formar una cadena que los rechace. Pero, vamos , lo mismo ocurrio con todas esas nuevas subculturas, ¿O acaso los famosos emos, dark o goticos no llegaron para quedarse?

Ser un fanatico del anime y el manga no deberia de ser un sinonimo de rechazo, ni tampoco aquel que lo es deberia sentirse un aislado de la sociedad. Todo depende de hacer un balance y, ¿por que no? hacer algo mas con esa aficcion.

Ahi tenemos el ejemplo de Gainax, que comenzo como un grupo de universitarios que amaban las animaciones niponas y decidieron hacer las propias, hasta convertirse en uno de los estudios mas redituables y famosos del mundo.

Bueno hasta aqui esta informacion les dejo y reflexionen lo que lean.

Sayonara!!!!!